Inventado por Gary Starkweather durante la década de los 70
y comercializada por primera vez en 1977, el dispositivo de impresión consta de
un tambor fotoconductor unido a un depósito de tóner y un haz láser que es
modulado y proyectado a través de un disco especular hacia el tambor
fotoconductor. El giro del disco provoca un barrido del haz sobre la generatriz
del tambor. Las zonas del tambor sobre las que incide el haz quedan ionizadas
y, cuando esas zonas (mediante el giro del tambor) pasan por el depósito del
tóner atraen el polvo ionizado de éste. Posteriormente el tambor entra en
contacto con el papel, impregnando de polvo las zonas correspondientes. Para
finalizar se fija la tinta al papel mediante una doble acción de presión y
calor.
Para la impresión láser monocromo se hace uso de un único
del tóner. Si la impresión es en color es necesario contar con cuatro (uno por
cada color base, CMYK).
Las impresoras láser son muy eficientes, permitiendo
impresiones de alta calidad a notables velocidades, medidas en términos de
"páginas por minuto" (ppm).
Este tipo de tecnologías para imprimir puede diferenciarse a
partir del balance entre calidad y velocidad de impresión. En cada uno de estos
rubros, la tecnología láser destaca por las prestaciones que alcanza: la
calidad de impresión láser supera a la impresión por inyección de tinta; en
términos de velocidad, algunas imprimen hasta 12 páginas en color por minuto,
mientras otras alcanzan hasta 27 páginas por minuto en impresiones
monocromáticas, mostrando el grado de velocidad que estos dispositivos han
alcanzado en poco más de 30 años. Si bien es cierto que supera a los modelos de
tinta en calidad, hay que considerar que los recambios de las impresoras láser
acostumbran a salir más caras para la impresión constante de imágenes. Es por
esto que acostumbran a ser más recomendadas para un volumen elevado de
documentos en oficinas y lugares de trabajo.
Otro aspecto relevante es la incorporación del Fusor
instantáneo. Esta tecnología, desarrollada y patentada por HP, básicamente
sustituye la lámpara halógena por el calentador cerámico y elimina las
diferencias de aire entre los cilindros metálicos y el dispositivo de
calentamiento.
Con la tecnología de Fusor instantáneo se obtiene mayor
velocidad de impresión y economía en el consumo eléctrico. En síntesis:
Una impresora láser.
Aumenta la productividad con la impresión rápida de la
primera. Por ejemplo: en fusores anteriores, para imprimir 5 páginas distintas,
eran necesarios 40 segundos para calentar la impresora y 15 para imprimirlas.
Con el Fusor instantáneo el calentamiento es de sólo 15 segundos y se mantiene
el tiempo de impresión.
Si bien el precio de un depósito de toner es más alto que el de un cartucho de tinta de una impresora de inyección de tinta, cuando consideramos la cantidad de páginas que pueden imprimirse con un único depósito de toner, vemos que el coste de impresión de cada página suele ser significativamente menor para una impresora láser.
El proceso de impresión de una impresora láser es, en
general, más silencioso que el de otros tipos de impresoras ya que no utiliza
ventiladores de enfriamiento, esto es muy valioso en aquellos lugares en los
que el silencio (o ausencia de ruido) es muy valorado, como por ejemplo las
oficinas.
Las impresoras láser son conocidas por la velocidad a la que imprimen las páginas. Esto se debe a que por su modo de funcionar, las impresoras láser imprimen la página completamente y no por secciones o líneas.
El proceso de impresión láser transmite al papel el texto y las imágenes de manera muy precisa, brindando una calidad superior al que tienen otros tipos de impresora y evitando además que se derrame tinta sobre el papel.
En resumen, el mundo de las impresoras láser gana terreno y
transforma el ciclo de la impresión. De acuerdo con estudios de algunas
empresas, cuando se utilizan impresoras láser en pequeñas y medianas empresas
se consigue una mejor calidad de impresión sobre cualquier papel y se brinda
mejor respuesta a ciclos de trabajo exigentes.
Descripción de la tecnología de impresión láser:
El dispositivo central que utiliza este tipo de impresión es
un material fotosensible que se descarga con luz, denominado cilindro o tambor foto
receptor. Cuando es enviado un documento a la impresora, este tambor es cargado
positivamente por una corriente eléctrica que corre a lo largo de un filamento
y que es regulada mediante una rejilla; a este componente se le denomina corona
de carga. Entonces, el cilindro gira a una velocidad igual a la de un pequeño
rayo láser, controlado en dirección por un motor con espejos ubicados de manera
poligonal en la parte interna de la unidad láser; este pequeño rayo se encarga
de descargar (o cargar negativamente) diminutas partes del cilindro, con lo
cual se forma la imagen electrostática no visible de nuestro documento a
imprimir sobre este foto receptor.
Posteriormente el cilindro es bañado por un polvo muy fino
de color negro, el cual posee carga positiva y por lo tanto es adherido a las
partes que se encuentran con carga negativa en el cilindro. Esto se debe a la
ley de cargas, la cual enuncia que cargas iguales se repelen y cargas
diferentes se atraen. Las partes cargadas positivamente repelen este polvo
llamado tóner del inglés tóner (tinta seca) con lo cual queda formada la imagen
visible sobre el tambor.
En seguida, esta imagen formada en el tambor es transferida
al papel por medio de una carga negativa mayor a la que posee el cilindro; esta
carga es producida por otra corona denominada de transferencia.
A continuación, el tóner que se transfirió al papel es
adherido a éste por medio de un par de rodillos, uno encargado de generar calor
y el otro con el objetivo de presionar la hoja sobre el anterior; a esta unidad
se le denomina de fijado y es el paso final de la impresión láser.